Este año, junto con nuestro viaje a Malasia, decidimos
aprovecharnos de las ofertas de vuelos que se nos ofrecía a Siem Reap desde Kuala Lumpur para
poder visitar los templos de Angkor, ya que el año pasado se nos quedo pendiente
junto con nuestro viaje a Vietnam, así
que sin pensarlo dos veces compramos los vuelos y le dedicamos tres días
completos.
Mucha gente sólo le dedica un día a la visita de estos
templos, pero a nosotros no nos valía la pena coger vuelos, traslados, cambio
de hotel... para estar tan poco tiempo, además, ya que estábamos aquí queríamos visitar
no sólo los templos principales de Angkor, queríamos verlo todo y dedicarle también tiempo
a hacer alguna excursión a algún pueblo y descubrir un poquito la auténtica
Camboya.
Una vez que ya hemos regresado, pensamos que es un error hacer la locura que hacen muchos circuitos organizados de pasar un sólo
día, es más, nosotros en cierta parte nos arrepentimos de no haberle dedicado
más tiempo y haber disfrutado con más tiempo de cada uno de los templos, ya que
es cierto que cuando en un día quieres abarcar siete templos distintos al final estas
cansado y te empiezan a resultar todos iguales y no los disfrutas de la misma forma.
No conocemos el resto de Camboya pero lo poquito que pudimos
descubrir pasada la ciudad de Siem Reap y los templos de Angkor (donde se
nota que todo está muy enfocado al turismo) descubrimos paisajes alucinantes, con
personas encantadoras que no hacían más que sonreírte y nos quedamos con ganas
de conocer más a fondo este país y no sólo sus mundialmente conocidos templos
de Angkor.
En cuanto a los templos, no diremos nada que no hayáis oído antes,
son una maravilla y son de esas cosas que se deben de visitar al menos una vez
en la vida. Nosotros somos un poco “raros” y quizás no nos impresiono tanto el
templo más conocido, Angkor Wat, como lo hizo otros templos como Beng Mealea.
Ya os contaremos más en un post que hagamos especial de todos los templos que
visitamos.
Quizás la decepción del viaje a Siem Reap fue el pueblo
flotante de Chong Kneas, y no es por el
pueblo en sí, que es super interesante ver como miles de personas viven en
casas flotantes, donde tienen supermercados, escuelas, templos…lo desagradable
fue la sensación de que intentaban aprovecharse de nosotros, desde los 20 dólares por persona del paseo en barca (aquí no es mucho dinero pero allí es un dineral) y
todo el rato queriendo parar a que compráramos
que si suvenires en las tiendas, que nos hiciéramos fotos con serpientes, que compráramos
50 dólares de arroz para dar de comer a los niños de la escuela…para luego que
nuestro guía nos confesará que es todo mentira, el dinero no va a los niños y
un largo etc…escribiremos un post más extenso hablando de esta excursión.
Sobre la ciudad que da base a los templos de Angkor, Siem
Reap, nos ha encantado, con una gran variedad de alojamientos y de restaurantes, todos ellos muy económicos ,
una comida deliciosa, y lo mejor, cervezas a 0,50 dólares, una maravilla de ciudad
con puentes iluminados, mercados nocturnos y mucho ambiente.
También de Camboya nos llevamos la amabilidad de los
camboyanos y la sonrisa de los niños, un
pueblo encantador que nos ha acogido fabulosamente y nos ha hecho sentir estupendamente…volveremos
seguro, ya que nos hemos quedado con muchas ganas de conocer el resto del país, ya que estamos seguros de que Camboya tiene muchísimo más que ofrecernos y sólo hemos visto una parte.
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